Si te decides a preparar esta tarta comprobarás que el resultado final es delicioso. Te animo a ello!!! Su textura de mousse le aporta ligereza y las fresas le dan un toque de frescura. También la puedes elaborar con fresones. Lo que te recomiendo, es que si vas a sacarle una foto, la desmoldes antes, para que se aprecie el efecto charlota de los bizcochos de soletilla. A mi se me olvidó este paso y cuando quise sacar bien la foto, la tarta había volado!!!
INGREDIENTES
- 1/2 kg. de fresas
- Bizcochos de soletilla
- 175 gr. de azúcar
- 6 hojas de gelatina
- 4 yemas de huevo
- 250 ml. de leche
- 250 gr. de nata montada
- 1 tarro de confitura de fresa
Para decorar
- 3 fresas grandes
- 1/2 tableta de chocolate para fundir
- Almendras en cubitos
PREPARACIÓN
Lava las fresas y cocínalas a fuego suave con 50 gr. de azúcar hasta que se hayan convertido en puré.Tritúralas y deja enfriar.
Pon en un cazo 125 gr. de azúcar junto con las yemas y bate hasta que la mezcla sea homogénea. Incorpora la leche y pon al fuego sin dejar de remover. Retira antes de que empice a hervir. Pon la gelatina a remojo en agua fría y cuando esté blanda incorpórala a la preparación anterior bien escurrida. Añade el puré de fresa y remueve. Incorpora la nata montada y mezcla suavemente.Corta los bizcochos de soletilla por la mitad y forra los laterales y el fondo de un molde redondo desmontable. Colócalos muy juntos para que el incorporar la crema no se separen.
Mientras tanto calienta la confitura y tamízala. Cuando ya casi esté fría, extiéndela sobre la superficiede la tarta. Deja enfriar en el frigorífico durante 5 horas.
Para decorar, yo me he decantado por fresas semi-bañadas en chocolate y hojas de rosal también de chocolate.
Pon el chocolate al baño maría hasta que se funda.
Para bañar las fresas, introdúcelas en el chocolate hasta la mitad y déjalas secar apoyando sobre una rejilla la parte no bañada, es decir, con la punta hacia arriba y el pedúnculo abajo. Deja solidificar.
Las hojas de rosal que vayas a pintar deben ser ecológicas, sin tratamiento químico alguno (si tienes jardín y no les has aplicado ningún insecticida, son perfectas. No sirven las de floristería).
Escoge, las hojas más perfectas y lávalas con cuidado para que no se rompan. Sécalas bien para que agarre el chocolate. Pincela, por la parte brillante de la hoja cada una de ellas con el chocolate varias veces dejándolas secar entre capa y capa. Déjalas enfriar en el frigorífico.
El punto más delicado de este proceso llega con el momento de separar la hoja verde de la hoja de chocolate. Debes tener las manos muy frías y la temperatura ambiente debe ser fresca. Yo, si hace calor, lo que suelo hacer es demoldarlas dentro del congelador.
Empieza a retirar la hoja verde tirando suavemente desde la zona en pico hacia atrás.Debes tener cuidado de tocar lo menos posible la zona de chocolate porque se funde con suma facilidad. Es probable que para sacar una entera se te rompan dos. Procura hacer más de las que vayas a utilizar; si tienes la suerte de que no se te rompen las puedes guardar en un recipiente hermético para usarlas en otro postre.
Decora la tarta con las fresas, las almendras y las hojas de chocolate
Espero que te guste!!!
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